Este fin de semana 210.000 personas presenciaron el regreso de una leyenda del rock, del pop, y de la música toda, y quien les escribe lo vivió de esta manera (antes de darle play bajar el volumen que el audio del principio está al palo, subirlo durante la reproducción)
Con un show arrasante Soda Stereo demostró por qué sigue siendo la banda más popular de latinoamérica.
Las luces continúan apagadas. Comienzan a sonar las primeras cuerditas de su versión de Someday de Queen, pero no son ellos en vivo sino un playback. La letra es, en demasía, adecuada
La música aturdía y no escuchabas mi canción
inútil fue negar esa distancia entre los dos
ahora todo es bruma y no hay luces que seguir
si piensas volver algún día.
inútil fue negar esa distancia entre los dos
ahora todo es bruma y no hay luces que seguir
si piensas volver algún día.
figurando verbalmente lo que los escuchas teníamos en mente: un reencuentro. Yo particularmente sentía como la boca se me tornaba cada vez más blanca del secundarión efecto fasivo, y vibraba entero. Llegaría el movimiento fase uno: personas para adelante, personas para atrás; los quietos hacia un costado y hacia el otro. Salen al escenario haciendo sonar Juego de seducción y a todo el mundo ya le estalla la cabeza. Movimiento fase dos: no saltar es la alternativa más peligrosa, más vale moverse inercialmente con el resto de la masa. De aquí en más todo sería mucha música de todo tipo y una bola de emociones. Dos tipos de movimientos más detectaron mis antenitas de vinil: intenso agite en Prófugos y en, por supuesto, De música ligera; y reposo en Fue, Zona de promesas y Corazón delator; el resto serían una agradable mezcla condimentada con un poco de cada uno.
Pero es así de personal, todo personal. Cómo cuento lo que fue de otra forma tal vez más objetiva si el fin de semana más porteño que viví, tema del que va a tratar el próximo post, comenzó con todo esto, escuchando y sudando con los acrodes y En la ciudad de la furia. Todavía se me pone la piel de gallina, mirá. Y así de personal también el hartazgo que tengan o no con ellos, y con Cerati en particular. A mi me pareció demás cuando dijo, palabra más, palabra menos, "Me acuerdo que esto en mi época era re bailable... Puede volver, porque Soda volvió, ¡y está mejor que nunca!" antes de tocar Sobredosis... despreciable... si hay que decirlo es porque no...
Musicalmente sólo me resta y me sobra decir que el arreglo reggaeton (!!!) sobre el final de Cuando pase el temblor fue lo más brillante que escuché en mucho tiempo. Osadísimo.
He disfrutado. ¡Larga vida a los zombies!
Excelente.
ResponderBorrarVoy el 21 de una.
Ya te agregué en los links de Viaje Secreto. Saludos!