Un ciego ordena una sopa de albatros en un restaurante playero, la degusta, se dirige hacia el mar y se quita la vida ahogándose en él, ¿por qué?
Ese acertijo me persigue desde que me lo propusieron adivinar. Siempre me lo imaginé en California, en las poco pacíficas playas del Pacífico. Hay algo en la imagen del restaurante y el drama escénico que precisa de esas vastas extensiones arenosas, agua furiosa y pueblos solitarios.
Hoy, día en el que finalmente conozco estos lares, el sol da la pelea por dar paso entre la bruma y las nubes. El mar con su eterna cadencia suspira y se oxigena en cada embestida contra las rocas. Usualmente estos lugares reciben miles de turistas desesperados por una foto más que probablemente nunca volverán a ver, pero no hoy. El destino quiso que haya reparaciones en la ruta 1 y que todo un tramo esté inaccesible, y nada asusta al turismo masivo más que la falta de comodidad. Hoy solo hay amor entre las algas, la espuma de las olas, los leones marinos, la arena púrpura, y los albatros.
Un hombre ciego... Me pregunto si realmente sucedió. Lo maravilloso de las fábulas es tener fe en ellas. Creerlas es fabuloso. Así y todo me suena a historia real. El juego consiste en esa parte del cuento, y luego la audiencia debe hacer preguntas que pueden ser únicamente respondidas por sí o por no hasta descifrarlo. Estando de este lado del cuento recuerdo las palabras de Kerouac: ahí me encontraba yo, descifrando anónimamente el universo. Para mí que se refería a esta actividad lúdica, y pensaba... Un hombre ciego...
¿Cómo sabrá una sopa de albatros? ¿Será salada como el agua que rodea a su protagonista toda su vida? ¿Tendrá algún secreto su cocción? Cortar vegetales en rodajas o cubos según le inspire su forma, saltear, agregar el albatro minuciosamente desplumado, deshuesado y picado, cubrir con abundante agua, sal (no tanta pues la carne ya es salada de por sí) y pimienta a gusto. Por los terruños del cono sur no tenemos la costumbre de comer sopas de aves marinas, y algo me dice que no queda bien a la parrilla. Por las dudas tampoco lo voy a averiguar.
Final trágico si los hay, replicando la muerte de Alfonsina. De haberse conocido con Jack, seguramente hubiesen sido amigues. El enigma, asimismo, no les hubiese resultado divertido. Hundirse en el mar es cualquier cosa menos gracioso.
Así que acá me encuentro, cumpliendo un sueño, deleitándome en Big Sur como planeé tantos años y pese a las reparaciones en el Bixby Bridge. El murmullo de las olas susurra no solo la solución al juego sino también la tentación, como un abismo pidiendo ser experimentado. Por eso, en honor a la amistad que hubiera sido entre grandes escritores que nunca se conocieron, buscaré un lugar para beber y les dedicaré estas palabras.
Existe un concepto físico muy loco que es el que le da título a este texto, que trata de que todo cuerpo en este universo tiene una propiedad: si resuena a determinada frecuencia se rompe. A esa cantidad se la llama frecuencia de resonancia. Cuando empezás a notarlo lo encontrás por todos lados. Está en este momento en ese estante de la heladera que hace ruido cuando se prende. Está en las cuerdas de la guitarra diseñadas para sonar en MiLaReSolSiMi. En los bailes, cuando tu cuerpo vibra con los bajos que encuentran la frecuencia de tu cuerpo. En las hamacas de Firmat, en el recibidor de WiFi, en los fotones que salen del átomo excitado porque alcanzaron toda la energía que se le podía dar hasta que salen despedidos en forma de luz y llegan a tus ojos color Pinot Noir. Nikola Tesla era un obsesionado de este término. Él creía fervientemente que se le podía dar energía eléctrica a cualquier habitante de la tierra tan solo haciéndola vibrar en su frecuencia de resonancia electromagnética. Un anarquista. En sus experimentaciones, derrumbó un edificio entero haciendo golpear un pequeño compresor sobre uno de sus pilares hasta que encontró el número exacto y toda la estructura empezó a crujir. Así de potente es, un multiplicador exponencial del esfuerzo. Mi teoría es que también aplica a otros aspectos humanos. Vibramos en muchos otros niveles: químicos, hormonales, olfativos, humorísticos, intelectuales. Nuestra fascinación por las personas carismáticas, la transferencia psicoanalítica y las revoluciones sociales son algunos ejemplos. El caso más simple es el del amor, presente en lo fraternal y lo sororo, y por supuesto en lo romántico. Lo último es tan reconocible que no entiendo cómo Hertz no empezó por ahí. Ya fue descrito vastamente en gigas y gigas de textos a tal punto que parece no valer la pena ahondar, pero sí, porque son los responsables de esos nervios enormes al hablar con quien te gusta, de esas torpezas, de ese repaso de todo lo dicho, de la corrección a posteriori que nunca será expresada, del no lo puedo creer, del estoy loco por vos, de la fascinación, de la magia. La opuesta también es cierta, y en criollo se dice no hay que gastar pólvora en chimangos. Lo verdaderamente llamativo es la segunda parte. Excitado en su punto climácico, todo se rompe. Por eso no conocemos las notas puras, porque el instrumento desde el cual saldría para expresarla se tendría que romper. Llevado a mi teoría, la clave de vibrar alto y vivir para contarlo es acercarse al amor ideal infinitamente, en su límite. Tender a conocerlo sin nunca llegar a hacerlo. Si no, le sucede lo que a las copas de cristal cuando cantaba Farinelli. Por eso bien podría este texto haber sido una oda a la imperfección amable, a la incomodidad suave, a la agradabilidad de un domingo medio aburrido, al sano picor de sentir un poco de celos, a las geminianas, a las combinaciones agridulces. Porque lo bueno, si es un poquito largo, dos veces bueno.
Hace muchos años, en el 2012 por lo que veo, me enojé muchísimo cuando me di cuenta que mi post estrella, uno titulado muy sugestivamente "Porno rosarino", había sido borrado por Blogger. Busqué en todos los términos y condiciones, acudí a los foros de soporte de Google (que ya poseía la plataforma hacía rato), y nada decía que podían censurarme de esa manera, incluso sin tener el aviso de que el blog podía contener contenido para adultos. Recuerdo patente haber peleado con capa y espada por lo que me pareció en ese momento la injusticia más grande que en mi corta vida de 28 años había acontecido. Víctima de la censura, arre. Pero sí.
Todo este descargo para decir que voy a volver a usar esta plataforma de mierda para volcar mis escritos. Aunque ya nadie escriba, aunque ya nadie lea, porque es aburrido. Porque estamos dominados por el déficit de atención. Porque es inútil, vacío. Porque todo el contenido es muchísimo y no hace falta más, no nos alcanza la vida ni la salud mental para ver todos los reels que se publicaron hoy. Porque nadie dice lo que piensa, al algoritmo lo entrenamos para que nos dé lo que nos gusta y prevenimos que se nos contamine con los gustos de otras personas, no hay lugar para el otro, nunca, eternamente. Porque leo a mí yo del pasado y no estaba tan mal, me gusta que haya existido, releerse es como encontrarse con un hermanito menor. Porque están pasando mil cosas al mismo tiempo en el mismo lugar (peliculón), y nuestra relación con los hechos tiene como único objetivo en la viralidad, donde el exceso de correción política es la novia de la incorrección política. Porque si va a haber una columna de opinión que no sea en los diarios, que sea en un blog cuasi anónimo en el que también se vuelcan fotos de pornos bizarros y prosa pop. Los formatos están agotados, todo el lenguaje es uno solo, tan solo un tweet ha sido escrito, un solo hombre ha nacido, un solo hombre ha muerto en la tierra. Justamente por todo eso. Y porque, como decían en la porno (que me censuraron) en su escena más legendaria en la que el chofer invita a la aristócrata y a su mucama a jugar con uno de verdad: ¿por qué no?
Bienvenides, una vez más, a este espacio denominado desde el 2006: Si sí, sí. Si no, no.
Siento la necesidad de compartir esta experiencia, parte por nostalgia, parte por diversión pura.
Si sos un pendex que no tenés idea de lo que es escribir un comando para que la compu haga lo que querés, cerrá esta página inmediatamente.
Mientras iba al poli a la secundaria, hace unos 15 años atrás más o menos, los nerds abundaban, y yo era tan solo uno más. Copia y copia de juegos, recién aparecían los CD pirateados, así que en su mayoría intercambiábamos juegos de 8, 10 disquettes de 3 1/2 (nunca faltaba el que fallaba, y había que ir a la casa de nuestro amigo nuevamente a copiarlo). Así me llevé las mejores aventuras gráficas para la única época de mi vida en la que me hice adicto a los juegos. Mejor dicho, a los juegos de Lucas Arts: lo divertido que me resultan, y lo que me asombra todavía ahora con los poquísimos recursos con los que funcionaban. Si sos un pendex no tenés idea de lo que son las aventuras gráficas de Lucas Arts, casi se podría decir que no tenés idea de la vida: ¡cerrá esta página! Claro, eran juegos que se empezaban y se terminaban, por lo que en algún punto misterioso del tiempo dejó de ser negocio, y se dedicaron a seguir haciendo películas malas.
Entre uno y otro (obviamente el Monkey Island (1, 2, 3, 4...), Indiana Jones and the Fate of Atlantis, Grim Fandango [ya en CD]...) nunca me olvidé la recomendación del personaje más geek de todos que me recomendó algo de Sam y Max. Ayer, que me pintó el aburrimiento, googlié, y rápidamente lo encontré: Sam & Max Hit the Road, del 93.
Lo bajé de acá y lo guardé en la carpeta C:\dosprogs\,
Modifiqué el archivo C:\Users\<tunombredeusuario>\AppData\Local\DOSBox\dosbox-0.74.conf para agregarle la línea "mount c c:\dosprogs\" al final de todo
Instalé el juego (tarda banda, emulando la velocidad de un DOS de esa época, sino se cuelga todo por demasiado veloz, ¡al revés!)
Corrí el crack
Lo corrí
No me andaba en full screen, un garrón, googlié un cachito más y le cambié la línea output=surface a output=overlay, anda joya.
Desde entonces, mi vida es pura diversión nerd.
Para quienes nunca lo escucharon ni nombrar, es un juego con personajes y situaciones bizarras, humor ácido y hasta negro, y con todos los componentes de un juegazo. Si a tu vida le falta nerdear, dale para adelante con esta nomás que vas bárbaro.
Perdido en el proceso kafkiano de conseguir dólares para poder viajar, me olvidé de ello y encaré con tarjetas en mano y un efectivo ahorrado. El gobierno argentino se parece cada vez más al venezolano, o incluso al cubano. Hoy, si un argentino desea vender todo e irse del país, no puede debido a las restricciones a la compra de divisas extranjeras. Si a alguien le gusta la idea, pues que emigre a Cuba o a Venezuela, yo prefiero las libertades.
Ya es como la tercera vez que me cruzo turistas que me cuentan lo mal que la pasaron en Buenos Aires: que los cagaron en la cara con el cambio, que los pasearon por toda la ciudad en un taxi, que en la recepción del hotel los atendieron mal, etc. Además de ser la viva imagen de la soberbia argentina, reprimen el turismo con esas actitudes forras. Mi consejo para los extranjeros es, si van a venir a Argentina, péguense un pase por la capital y huyan a cualquier lado: noroeste, patagonia, cuyo. Allá hay otro país, mucho más hermoso que una pila de cemento, y que ansía conocerlos.
Sigo: qué mala onda que tienen los porteños. Todo piensan que pueden hacerlo mejor. En Ezeiza (el aeropuerto porteño), el hecho de que haya que hacer cola es signo de incivilización, se piensan que estamos al pedo, que somos imbéciles. Hablando por celular: "no boludo, no sabés que garrón, una cola... ya pasé por seguridad, ahora por migración, no te das una idea... y esto es acá en CABA, ¿entendés?" (CABA = Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Lo gracioso es que, en una ocasión anterior, al llegar a EEUU tuvimos que hacer una cola mucho más larga, más lenta y más exigente en cuanto a documentación y requerimientos, y todos shhh, chito la boca eh, ahí nadie se quejaba, aunque estábamos todos mucho más cansados. Al volver también, cualquier retraso o ineficiencia es motivo de "y bue, en este país también, qué podés esperar... Bienvenidos a la Argentina". Ahorrate los comentarios amargos, que no ayudan a nadie, y hacen más pesado todo. Me pregunto vos, que tan clara la tenés, como andan las cosas en tu trabajo: espero que ninguno de esos síntomas existan, que parezca Alemania o Suiza.
En el DF todo el tiempo te está pasando algo. No sé bien cómo explicarlo, hay muchas ciudades con vida, pero no con ese tipo de vida. Probablemente sea que haya mucha comunicación. Es común que te hagan un chiste, que te pidan u ofrezcan algo, que te pregunten, que te respondan. La palabra para responder ante cualquier intervención es "mande", quedando a la servil espera de una respuesta. Un placer.
Un estudiante de una maestría en economía me preguntaba, para mi asombro, por Cristina. Empecé la historieta con lo primero que remarqué, que se estaba pareciendo a Chávez. Y me recordó las decisiones tomadas frente al no pago de la deuda, y cómo eso sentó un precedente en Latinoamérica. Me había olvidado por completo. Con tanta propaganda oficialista y podredumbre de su presencia, lo había puesto en un décimo plano. Tenía razón, tomaron buenas decisiones. Al día siguiente leo en el diario mexicano que el 34% del PBI se iba en pago de intereses por la deuda, y todo el mundo estaba repudiando una reforma laboral que flexibilizaba las condiciones de contratación. A mí me suena a consejo del FMI o equivalente. Argentinos, no sé si les suena. Por suerte ya es un recuerdo del pasado. Probablemente, para nuestros hermanos mexicanos sea más difícil tomar una decisión de estas características ya que el 80% de sus exportaciones son a EEUU, pero seguramente algo por ese lado viene.
México DF, me encantaste, ya voy a volver y te voy a comprar todos los libros, ver todos tus murales, escuchar toda tu música y beber todo tu tequila para sellar nuestro lazo familiar.
Project X es esa clase de películas que inician una revolución, que marcan un antes y un después, un poco tal vez a nivel formato, mucho en los sentidos personales. La sensación después de verla me recordó a salir del cine a los 15 años después de ver American Beauty entendiendo perfectamente por qué estaba prohibida para individuos de esa edad.
A nivel de formato lo que hizo la película es llevar Blair Witch a una fiesta, quitarle el terror, agregarle toneladas de noche, y multiplicar la cantidad de cámaras, ya que muchos actores fueron provistos de iAlgos, BB y etcéteras que proveyeron las más de 10 horas de footage de donde se sacaron los 90 minutos que dura.
Vamos por parte: primero, por si no lo vieron, el trailer:
La gran revelación del sistema educativo es que, como pidieron los Floyd, no necesita educación: ser popular es lo más importante, como ya le dijese Homero a Bart, que siempre y cuando no matase a nadie estaba bien hacer algo malo para ganar fama; como se quedó pensando la madre de Charlie Bartlett ante la pregunta si en la secundaria había algo más importante que hacerse popular. La peli es eso: unos chicos buscando el respeto de todos los flacos y la libido de todas las chicas. Y cumplieron sus sueños y el de todos los asistentes, a costa de la pesadilla de todos los adultos.
El guión está inspirada en una historia real de un chacal de Australia llamado Corey Worthington que hizo más o menos lo mismo: convocó unos pocos amigos que llevaron unas 500 personas a su casa, terminaron teniendo el carrete de su vida y dejando atrás daños por 20 lucas verdes. Vean una imperdible entrevista hecha por una carola a su organizador:
Un groso. Es increíble su actitud de "me chupa un huevo esta entrevista y todo lo que me puedas llegar a decir", irrisoria para cualquier persona seria. "Puedo pedir perdón, pero no voy a sacarme los anteojos". "-Entrevistadora: Te sugiero que vayas y pienses seriamente en lo que hiciste. -Corey: Lo hice, todos lo hicieron, les encantó". ¡Claro!
Por otro lado, como todo peliculón, su banda de sonido es sublime: todos temones para escuchar al palo. Se la pueden bajar acá abajo en una versión que encontré en el torrent con la excelente fidelidad de los 320 kbps y una carpeta de tracks no oficiales, de la que también se rescatan algunos cortes.
La pileta era la misma de todo los veranos. La pintura azul simulaba el mar, o el cielo reflejado en él. El borde permitía caminar sin resbalar, y transmitía un agradable sentimiento de textura sobre la planta de los pies. El ingreso a ella debía ser tranquilo, como el resto del día. La gente que estaba alrededor lo sabía, incluso Ringo.
Una vez empapado de ese agua mi propia imagen era muy parecida a Pink en el film/ópera The Wall. Pensar que el líquido que me rodeaba había acariciado y lavado las pieles de todas las personas en ella me dio náuseas por unos segundos: no quería estar allí, y sin embargo, era inevitable. Ahora que lo recuerdo a la distancia terrenal y temporal pienso en la fuerza de gravedad que ejerce la sociedad y la soledad.
Por suerte estaba Ringo. Ringo era un experto escapador. Siempre tenía la clave para, hasta en las situaciones más aburridas y agobiantes, encontrar la hendija por donde tirar el humo. Como suele suceder con estas personas, y con la mayoría de los animales americanos, era un noctámbulo: salía de cacería con el atardecer, muchas veces recién despertado, y volvía al mediodía. Era la compañía ideal para un taciturno como yo. Su arte de magia era provocar locura donde solo habitaba la templanza; es decir, en los pueblos.
Al sur del recinto había un bar que siempre contaba con cerveza helada y unos tragos no tan afortunados. Tal como siempre que íbamos, al bajar un poco el sol nos fuimos a sentar en las blancas instalaciones plásticas del mismo. Comentábamos que qué loco que un lugar así habían tocado los Swayzak hacía unos días, y lo bueno que estaba Himawari. Y ahí, justo en ese momento y como un refusilo, apareció.
Rubia, alta, flaca, tetona, y mirona con desdén. Su aura era una aspereza en la planta de los pies. Me levanté y me dirigí a la salida. Me perseguía. Mientras veía cómo se acercaba notaba más y más su cara de decepción. No era el que ella deseaba, pero me deseaba. Yo no podía parar de caminar. Cada vez que sentía su mirada en mi nuca temía que me haya alcanzado, pero eso nunca pasaba. Me disturbaba tanto su mirada que corrí hasta la esquina para quitármela de encima. Cuando doblé el rumbo, ya no estaba más. -El destino tiene cara de hereje -me dije, no porque tuviese sentido, sino porque quedaba bien.
Hay películas que bien podrían ser una materia de la secundaria. Así son las que incluyo en este listado, que vendría a ser como el módulo oriental de Cinematografía (saquen su papel y anotador, estimados secretarios de educación).
1. La primera es la surcoreana "Yeopgijeogin geunyeo" o "My sassy girl" ("Mi chica descarada" dirían algunos, aunque no vi esta traducción en ningún lado...).
Así, cruda como viene, es una historia de amor increíble, porque el amor no siempre toma forma de galanes y bombas al acecho de una presa obvia, sino que a veces se retuerce y estruja, ganando su esencia. Y eso no es todo: está basada en hechos reales. Por suerte, está en Cuevana:
También hay una versión yankee que ni me gasté en verla, si alguien lo hizo, comente a ver qué onda.
2. "Bin-jip"-"Hierro 3"-"Iron 3" es la película más silenciosa que ví después de La libertad. También surcoreana, ideal para descansar de Hollywood durante su breve (dos veces bueno) hora y media de duración. También, de amor raro... se ve que los coreanos (del sur...) son románticos y extraños.
3. Hay muchas películas que, después de vistas, caen en la madeja desenmañarable del olvido. "Old boy" no es ni será una de ellas. La trama es violentísima todo el tiempo, pero no al nivel de una película snuff o gore, sino de tortura empática con el protagonista, quien un día se encuentra encerrado en una habitación, recibe comida todos los días por un agujero y a todo esto no sabe por qué, por lo que por las dudas decide entrenarse.
4. Si mirabas los Super Campeones mientras tomabas la leche tenés que ver sí o sí "Siu lam juk kau"-"Shaolin Soccer"-"Fútbol Shaolin". Y si no también mirala, con una buena chocolatada en mano. China, esta vez.
6. "Kokuhaku"-"Confessions"-"Confesiones" es una cereza ideal para esta lista de postre (gracias Josi). Es un filme japonés en el que seguramente su realizador intentó volcar todo lo que sabía de animé. La trama es genial, y el formato es más llamativo aún: largas tomas de cámaras lentas, voces en off relatando el diálogo interno, y una lupa en la relación con los padres.
Alguno seguramente habrá notado que falta el 5. Bueno, sí, la película 5 tiene todo para estar en esta lista pero como no encuentro una versión online la dejo para que la busquen por sí mismos.
Se llama "Gaau ji", "Dumplings", y "Pastelitos" según este blog. También coreana, cuenta la historia de una cocinera, algo sensual y bastante misteriosa (no así sus clientes...), que cobra fortunas por unos pastelitos de carne que mantienen la juventud de sus comensales. Si no hubiese sido por "Confesiones" hubiese sido la que dejaba para el final, por ser la parte más rica. Véanla, yo se lo que les digo, después de todo ya están grandecitos y pueden googlear solit@s.
La poesía está muerta. La reemplazó la canción, una yuxtaposición de ella con la melodía que la distorsiona para encajarla; y los guiones, donde pequeñas epifanías son empujadas en algunos intersticios, endureciéndolos, fragilizándolos.
Las redes sociales nos están haciendo cada día más conscientes de una de las más modeladoras características humanas. En Revólver pusieron algo así como "Somos adictos a la aprobación. Estamos en esto por la palmada en la espalda y el reloj de oro. El hip, hip, hurra. Mira al chico brillante con la placa, puliendo su trofeo. Brilla, tú, diamante loco. Porque somos monos envueltos en trajes suplicando por la aprobación de otros. Si lo supiéramos, no lo haríamos.". Y ya fue demasiado largo y nadie terminó de leerlo. Ni yo. Por eso me gusta mucho más lo de "Le scaphandre et le papillon" que dice "Somos todos niños, todos necesitamos la aprobación", hablando de su padre.
Eso y el sexo. Facebook del sexo es un oxímoron. Este blog tiene más visitas en un mes por haber puesto "porno rosarino" de título (¡1300!) que por todo el resto contando desde su génesis. El 90% de internet es porno. Noventa por ciento. Es increíble que sea, a su vez, lo más censurado. Históricamente. Malditas religiones. Con la culpa como su herramienta nos infectaron con un gusano troyano. Pajero, puta, cornudo, hijo de puta, chupapijas, gato: los peores insultos son todos teológicos. Es normal ver en esa caja del pasado, otrora TV, un humano matar cientos de desconocidos, desgarrarle el pellejo a un igual, y comerse el cerebro de otro flaco. La mayoría de nosotros pasa la vida entera sin acercarse siquiera a algo que se le asemeje, aunque sea al conocido de un desconocido. Pero, sin calentura explícita por favor, sacame esa erección apuntando a esa humedad. Estoy esperando la evolución, ya no física sino espiritual, para así poder disfrutar de un humano cogiéndose a miles de otros. Como era antes, en los dulces tiempos de los griegos, donde, bueno, había esclavos por doquier y tampoco eran perfectos, pero qué época, que manoseo intelectual. Hayas lo que hayas estudiado estudiaste mil griegos. Y cogían. Mil. Todos nuestros viejos cojieron, mil: sépanlo cobardes.
Y esto no lo lee nadie. No me importa lo que estás pensando. Me distraje en el medio de tu comentario. No se ni en qué idioma me hablabas. Solo miraba tus labios moverse mientras escribías.
Hay dos frases que hacen analogía al sexo y que me encantan. La primera se la robé a un profesor del terciario en el poli. Un viejo barbudo, malhumorado, malhablado, que sabía mucho de poco y poco de mucho, y que no le caía bien a nadie, por supuesto ni a mí. Cuando se refería a la televisión decía que se trataba de masturbación mental. Posta. Hoy también hay masturbación social. Masturbar es cojerse homosexualmente. Dudo al escribir esa palabra, homosexual, por el peso, porque ningún igual social me va a masturbar si lo explicito, a todos les da miedito que los tilden de putos. Evito el "/putas" porque las chicas son más copadas en ese sentido. Me atrevo a decir más evolucionadas, dejando la misoginia por un párrafo de lado. Se gustan más entre ellas. Bueno, son más lindas también. Pero igual, no habría por qué... Debe haber una razón antropológica inalcanzable para estas neuronas, pero tal vez, tal vez... sea que les tenían que gustar los senos de su madre para transárselos y así poder alimentarse y sobrevivir, y algo de todo eso quede. Aunque seguro que es mucho más.
La otra frase tiene que ver con la gente que siente que no nació en el cuerpo de un, pongamos, ya que estamos, latino. Son travestis culturales, o transculturales. Muchos dirán "bueno, eso es mucho más común, fucking globalización y sarasa", y es cierto, pero también es cierto que hay algunos que lo llevan al extremo de la exageración. Veo un video de Boom Boom Kid y creo que posta loco vos deberías haber nacido en Los Ángeles. A todo esto, es una tendencia muy direccionada y no tan "azarosa" como los frustrados sexuales que necesitan esa prenda de ropa u operación para identificarse. Nada de andar creyéndose boliviano: yankee, europeo, japonés, esa onda. Potencia mundial, sine qua non. El marketing es cuna de milagros. Generalmente los caracteriza un snobismo bastante marcado. Y los dejo ahí porque son presa fácil y algunos hasta me caen muy bien. Admiro como escriben, todo.
Me gusta pensar que los blogs eran lo que quería Christian Slater en el peliculón Pump up the volume, ese algo nuevo que le iba a dar identidad a los pendejos para incentivar a la rebelión.
Pero no. Nada cambia nada. Si los floggers fueron la revolución de nuestra generación estamos perdidos.
Lo mejor y lo peor es el acostumbramiento. De otra forma la vida sería más insoportable de lo que ya es. Ya fue, juguemos a la viborita mientras carga el video de YouTube. El vacío tiene un sabor amarguidulce.
Es esa clase de series formato película en la que cada capítulo es mejor que Titanic.
Está llena de furia, bronca y rebelión contra el sistema, y el protagonista hace catarsis total, cambiando radicalmente.
Las pausas. Pequeños detalles en algunos capítulos que hacen sentirla real. Arrastrar un cadáver por una casa es pesadísimo y un garrón longevo. Una impresora matriz de punto tarda siglos en imprimir la factura de un hospital. A una mesa de 4 patas parada en 3 hay que arreglarla con algún papel, y cuántas veces hay que doblarlo es cuestión de varias pruebas y errores.
El personaje de Jesse comienza siendo un pendejo descerebrado, y al ritmo con el que la tierra gira se convierte en un adulto, tal vez no tan astuto como el profesor White, sí con mucha mejor retórica: sus cicatrices hablan y callan por sí solas.
Solo por el S03E10, Fly, vale la pena ver todo los capítulos anteriores, so adicción eterna. Las moscas son buenas inspiradoras de películas, esto ya lo sabemos, y que todavía se le pueda dar semejante vuelta es sencillamente tremendo. Obsesión, represión, los asuntos que mejor ni hablar, mentiras que tienen partes de verdad y viceversa, convivencia: todo en 40 minutos.
Desde el principio que empezamos fregados. Tu disponibilidad, pese a tu compromiso, y mi sed fueron los ingredientes. Chistes, sonrisas, tragos, cigarros, música, oscuridad, reserva, acercamientos. La determinación los cocinó, el sexo exacerbado los catalizó. Todo continuó así por días y por noches. Demasiados días, demasiadas noches. Tu desdén me recordó mi inseguridad, y caí en la soberbia y estúpida trampa de negarla. Te vi mentir, te vi ser mala, y me regocijé de no ser él. Lo dejaste. No lo dejaste. Me empezaste a mentir, a ser mala, infame, y no te vi más, solo veía al mirarte mi reflejo, distorsionado por la nieve cristalizada en el acrílico de mis gafas. Lo comprobé. Mil veces. Demostré que el sabor de la venganza es amargo, ácido, agrio, astringente. Como el que deben tener las entrañas de un rumiante después de días a la intemperie para el comensal más hambriento: asqueroso, satisfactorio y luego repugnante. Me desconocí. Me arrepentí de todo, menos de las palabras.
Juntos éramos radioactivos. Enamorados nos describió, y todavía, pero al revés.
Ni siquiera tenemos una historia. Esto no es una historia, tampoco crónica. Es la montaña rusa perversa, cínica, de nuestras almas. Una resaca, una noche con lagunas, este insomnio, un amanecer muy dolorido.
Para qué más detalles, ni un final que no hay, solo esta sensación.
- No es que esté enamorada, pero animate si querés, porque me gusta cuando gusto- dijo su vanidad femenina afrodisíaca.
- Casi accidentalmente nos encontramos, -dijo él, y continuó en otra dimensión- queriendo nos vamos a conocer.
Y así, fumaron psicológicamente un amor eterno durante algún tiempo. Miraban videos de Oasis.
- Qué pantom decir el nombre del tema antes de tocarlo.
A ella le causaba gracia cuando él era más soberbio que Dios. A él le fascinaba ver sus ojos brillar cuando escuchaba música.
Después vino el rato donde solo tomaban cuba libre nazi, ese trago imperial, sin prejuicios. Se olfateaban, se reconocían sus partes frías y sus partes calientes, a los besos.
Por último las cosas les funcionaban mejor por separado. Ahora él piensa en ella mientras se desviste para meterse en la cama, y ella desde otras sábanas desea zorritamente volver a cruzárselo algún día.
Owl Cities, Fireflies, es un lindo tema. Tengo la certeza de que es una banda que va a sufrir el mismo destino que Trainde caer en el olvido parcial de las FM retro. Asimismo el video es una máquina del tiempo, y lograron creo lo que se propusieron de jugar con la nostalgia y que su melodía quede al lado de los mejores recuerdos de la infancia. Por lo demás me gusta esa imagen que dice de los bichitos que le intentan enseñar a bailar. Entonces, es un lindo tema con detalles encantadores.
You would not believe your eyes
If ten million fireflies Lit up the world as I fell asleep Cause they fill the open air And leave teardrops everywhere You'd think me rude, but I Would just stand and stare.
I'd like to make myself believe That planet Earth turns slowly. It's hard to say that I'd Rather stay awake when I'm asleep, Cause everything is never as it seems.
Cause I'd get a thousand hugs From ten thousand lightening bugs As they tried to teach me how to dance. A foxtrot above my head, A sock-hop beneath my bed, The disco ball is just hanging by a thread.
I'd like to make myself believe That planet Earth turns slowly. It's hard to say that I'd Rather stay awake when I'm asleep, Cause everything is never as it seems. (When I fall asleep.)
Leave my door open just a crack. (Please take me away from here.) Cause I feel like such an insomniac. (Please take me away from here.) Why do I tire of counting sheep? (Please take me away from here.) When I'm far too tired to fall asleep To ten million fireflies. I'm weird, cause I hate goodbyes I got misty eyes as they said farewell. But I'll know where several are If my dreams get real bizarre Cause I saved a few, And I keep them in a jar.
I'd like to make myself believe That planet Earth turns slowly. It's hard to say that I'd Rather stay awake when I'm asleep, Cause everything is never as it seems. (When I fall asleep.)
I'd like to make myself believe That planet Earth turns slowly. It's hard to say that I'd Rather stay awake when I'm asleep Because my dreams are bursting at the seams
Siempre me gustó mucho esa relación obscena entre la música y el amor. Es tan fuerte ese lazo que hay veces que me cuesta diferenciarlos. El ritmo, las BPM, el estremecimiento, los climas y clímax, las armonías y las disonancias. También la comida -la alimentación- puede asemejarse en adjetivos, pero las recetas son aburridas. A romper con eso me vengo con este tema Must get out de los desaparecidos Maroon 5 que habla tan bellamente de (otra relación fuerte entre) las chicas y las ciudades, de la persistencia, de lo divertido y lo angustiante. Hay una versión en vivo que el cantante cuenta antes de empezar a tocarlo que era un tema que ni siquiera iba a estar en el disco, pero que a la gente le gustaba tanto (asumo a todas las chicas a las que enamoró con él) que nunca lo dejaron de tocar, y que con el tiempo se convirtió en uno de los temas que más le gusta tocar.
I’ve been the needle and the thread
Weaving figure eights and circles round your head
I try to laugh but cry instead
Patiently wait to hear the words you’ve never said
Fumbling through your dresser door forgot what I was looking for
Try to guide me in the right direction
Making use of all this time
Keeping everything inside
Close my eyes and listen to you cry
I’m lifting you up
I’m letting you down
I’m dancing til dawn
I’m fooling around
I’m not giving up
I’m making your love
This city’s made us crazy and we must get out
This not goodbye she said
It is just time for me to rest my head
She does not walk she runs instead
Down these jagged streets and into my bed
Fumbling through your dresser door forgot what I was looking for
Try to guide me in the right direction
Making use of all this time
Keeping everything inside
Close my eyes and listen to you cry
I’m lifting you up
I’m letting you down
I’m dancing til dawn
I’m fooling around
I’m not giving up
I’m making your love
This city’s made us crazy and we must get out
There’s only so much I can do for you
After all of the things you put me through
En el filme Hombre mirando al sudeste (sino lo viste, posta, qué estás esperando) hay una escena en la que el supuesto alienígena-sociólogo-científico le brinda su abrigo a otro internado del manicomio, a un igual, al prójimo. Cuando el psiquiatra le pregunta por qué había actuado así, si él no comparte los sentimientos humanos, el extraterrestre le explica que si hay alguien con una necesidad que él puede cubrir, ¿por qué no hacerlo? Trata la ayuda, literalmente, como un reflejo racional. Los Incubus dicen exactamente lo mismo en Warning, y le agregan unos condimentos que quedan bárbaros.
La cantante de 10.000 oradores, hermosa en su humildad, dirige esta balada misteriosa, secreta, infinita.
La mexicana Ely Guerra se enamoró de Cerati cuando era una adolescente más que se encerraba en su habitación a escuchar Signos, Persiana americana y Juego de seducción, y a bailar como loca cantándole al desodorante. Desde ese entonces decidió que la mejor forma de conquistarlo sería demostrando su talento musical e hizo este temón, que tranquilamente podría haber pertenecido a cualquiera de los discos solistas de Gus y que suena muy parecido a La ciudad de la furia.
Sade: Por vos hago lo que sea: te produzco un déjà vu inicial constante; genero un eclipse sideral total; bajo por los 7 infiernos y vuelvo. Te amo, sabelo.
Uno de los temas que más tiempo me llevó encontrar en mi vida, porque es casi instrumental y porque cuando lo buscaba por la única frasecita que escuchaba el altavista no lo encontraba. La compositora genia es Laurie Anderson, que además también toca el violín como debe tocar Apolo en presencia de la más sensual de sus musas.
¿Quién hubiese dicho que se podía hacer una canción tan dulce inspirada en objetos cercanos a bulones, cigüeñales, trapos (sucios) y burros de arranque?
Ni lo dudo: a la noche, a los excesos, salgo con M.I.A..
La perra ideal. Y un productor también, idílico.
Conocido por esta fiticia pendeja vuelamente que dice "I hope you don't mind if I play the stereo". Por supuesto que no, Annie puede sonar todas las veces que te apetezca.
Tiene 0 importancia cuánto tiempo hace que estás dándole al rock ni cuánto tiempo hace que la cumbia villera ya no es una novedad: todavía podés pasarte y dejar la cheteada del pop de lado. Bersuit Vergarabat fueron pioneros en esto de abrirse cuando sacaron en el 98 el disco Libertinaje que abre con la cumbia intro punk Yo tomo. A algunos les pareció un chiste y los dejaron de escuchar, sobre todo después de discos tan oscuros como Asquerosa Alegría y Don Leopardo, pero ellos se lo tomaron muy en serio y esta sería la primera de muchas. León Gieco estaba un día componiendo un tema dedicado a Pocho Lepratti, El ángel de la bicicleta, y pensó "qué bien que le vendría a este tema viste ese ruidito de la cumbia villera cui cui cui cuiiiiiiii porque pasó en la villa esto, ¿por qué no llamamos a uno de esos?", y lo invitaron a Ariel Salinas de Pibes Chorros, y lo que les salió bastante bien fue esto
El Dios de la cumbia, el señor Pablo Lescano, tiene su respeto más que justamente ganado por todos los músicos argentinos —o al menos por los que importan— y tiene la característica magnánima de ser totalmente abierto y dispuesto. Podés invitarlo a componer algún tema y después sumarlo al recital para que se compre a todo el público. Así lo hicieron Los Fabuloso Cadillacs allá por el 2008 con el temón Padre Nuestro (también después reversionado por Aterciopelados en el tributo a los primeros)
También lo hizo recientemente Andrés Calamaro para el tema Tres Marías, en el que también canta Vicentico. En su video aparecen ellos 3 y los cumbia-villera-aceptantes Miranda y Dante Spinetta. La canción para mí es chota pero Lescano está, como siempre, impecable.
Para cerrar, un pensamiento sobre esto de otro genio indiscutido, Luis Alberto Spinetta, en una entrevista que le dio a la revista del diario Crítica Digital en agosto del 2008 y que robé de uno de mis blogs preferidos, Frases Rockeras. Según leo está viejo... Los mañanas de ahora ya no son mejores...
—Hace poco fuiste elegido por los músicos como el artista más influyente del rock.
—¡Pero más influyente es Ricky Maravilla, boludo! O cualquiera de estos muchachos que hacen ese tipo de cosas. Dado lo que pasa con la música, hermano… No mientan, ¿viste? El rock no es un tarado, todo drogado, haciendo todo mal, no produciendo una puta canción o todas canciones espantosas y aburridas. Sino que significa alguien laburando para mejorar las cosas. Para mí eso es rock. Lo otro es todo un ego de pajeros que no tiene límite. ¡Déjense de joder! Encima para tocarte una porquería. No sé, yo conozco músicos que se han falopeado con unas cosas carísimas para componer una puta cumbia... Tené respeto por Charlie Parker, ¿entendés? Si lo vas a hacer, hacelo por una causa noble.
En la segunda entrega de Hablá de vos (sección de entrevistas de sinono) con la ayuda de mi amigo Gregor le hicimos una entrevista a Mike Chapman, un actor porno que conocimos una noche en Budapest y que trabaja para el ídolo de todos nosotros, el dios Rocco Siffredi.
La mentira es uno de los temas que, debido a su íntima relación con el amor, más arte ha inspirado. Mentir es transmitir algo falso conscientemente. Es un acto deliberado de engaño. En este post hay algunas verdades y muchas mentiras sobre este tema realmente fraudulento.
En la nueva serie Lieto me los protagonistas trabajan en una agencia de detección de mentiras. Sus herramientas son la observación directa más que la utilización de herramientas de análisis fisiológico. Y es que mentir es un proceso tan estresante que nuestro cuerpo realiza inconscientemente sin cuenta de procesos: pequeños movimientos, alteraciones en el tono de voz, erección de ciertos tejidos que pican. Mentir es sólo para gente inteligente, y mentir bien es sólo para superdotados.
Las citas que nos regalan sus guionistas son también infinitas. Entre las que más me gustan está
- So Dr. Lightman just assumes you're a liar if you're a politician.
- He assumes you're a liar if you're a homo sapiens.
- Así que el Dr. Lightman asume que sos un mentiroso si sos político.
- Él asume que sos un mentiroso si sos un homosapiens.
Lo que el compositor de canciones para Enrique Iglesias escribió en un momento de desolación e inspiración fue:
¡Miente! ¡Dime que me amas! ¡Júrame que nunca piensas alejarte de mí!
¡Miente! ¡Véndame los ojos! ¡Grábate muy dentro! Que si tú me dejas ¡no podré vivir sin ti!
Y me gusta mucho esta idea de pedir ser engañado, y ser engañado hasta el imposible, con las palabras más fuertes, hasta la ceguera, hasta dejar esa huella imborrable, esa cicatriz. Después, esto de que si lo deja no podrá vivir sin la otra persona es una clara mentira, aunque no importe realmente, dada la invasión de sensaciones que provoca el miedo al abandono. Seguramente el compositor sabía todo esto y coronó el estribillo con esta idea para mentirnos un poco más. Vivir bajo la mentira es más divertido que bajo la verdad, por lo menos mientras dura. La mentira tiene la virtuosa cualidad de ser más excitante.
Los (ex) yugoslavos de Bosnia y Herzegovina PlaviOrkestar dicen al respecto:
Ako su to samo bile laži, lažimo se bar još malo.
Ako su to samo bile varke, varajmo se, varajmo.
Si esas fueron mentiras mintámonos por lo menos un poco más.
Si esas fueron ilusiones engañémonos, engañemos.
De nuevo la misma idea, esta vez no desde la desesperación sino desde la aceptación. Juguemos un rato más, que estuvo bueno.
Manu Chao habla al respecto y dice
Mentira la mentira, mentira la verdad.
Todo es mentira, todo es verdad, porque después de todo, ¿quién sabe la realidad? (rima involuntaria)
Por último Joaquín Sabina se juntó un día con Charly García a mentirse en la cara y el resultado fue el temón Es mentira que tiene este estribo y que me deja sin más chamuyos.
Los Dubioza Kolektiv son esa fusión que esperaraba escuchar al entrar a terreno balcánico entre algunos ritmos ya internacionales (reggae, ska, punk, rock) y los típicos del flolclore de su región.
La banda es de Bosnia y Hercegovina, y aunque mis amigos de allí me dijeron que jamás escucharon Las Pelotas, Mano Negra ni Molotov, estoy seguro que los Dubioza si porque la influencia está claramente reflejada. Bueno, está bien, quizás jamás los escucharon, pero se llevarían muy bien.
El video que está más abajo, Blam, es el hit de la banda, el corte de difusión de este disco, y tiene toda la fuerza y contextura para ser lo que es. Temón. Por lo demás, el disco pasa por todos los ritmos mencionados con maestría, contando con una adecuadísima voz femenina y dos masculinas que se intercalan en los rapeos, y ruiditos portátiles, pianos dubizados, percusiones bien rítmicas, y los demás tradicionales instrumentos sumando al banquete.
Las letras hablan de los problemas que todos tenemos: políticos, corrupción, y de cómo unos pocos se comen toda la torta. Igual si sos apolítico y no sabés serbocroata cargalo al mp3 y disfrutá nomás.
01 - Šuti i trpi 02 - Firma ilegal 03 - Svi u strajk 04 - Blam 05 - Oni dolaze 06 - Vlast i policija 07 - Zrak 08 - Stav feat. Gino Banana 09 - Dosta Feat. Frenkie
Siempre existió un matrimonio evidente entre el querer y el ser. Todo lo que hoy somos es porque ayer lo quisimos, en algún tiempo pasado tenemos que habernos visto de la forma en la que actualmente somos. Ambos verbos lucen y engañan con la belleza de su contextura al que los utiliza de forma poética, pues muchas veces esconden deseos, necesidades, miedos y falsas percepciones, pero entre líneas pueden perfectamente leerse el verdadero querer. Todos hacemos lo que queremos, y somos lo que hacemos.
En donde es más obvio este par de cónyuges es en las lenguas de raíces eslavas. En ellas el verbo querer puede ser interpretado como uno de los significados que tiene en castellano: la expresión de un deseo o un no deseo, quiero café, no quiero azúcar. En croata, por ejemplo, querer es htjeti, "hoću kavu" (quiero café). O también puede ser interpretado, cuando está seguido de otro verbo, como una expresión del futuro: quiero ir, quiero volver. Esto es, "ići ću" (iré, voy a ir), o directamente "hoću ići". Finalmente donde la expresión tiene su clímax exhibicionista es en las preguntas, para lo cual es indispensable utilizarlo en la forma completa: "Hoćemo ići?" (¿iremos? ¿vamos a ir?).
Para querer ir a la cama dejo estas dignas combinaciones moebiusanas: "hoću biti" (quiero ser), "hoću htjeti" (quiero querer).
Tremendo temón desde las remotas tierras serbias. La banda se llama S.A.R.S., que es una sigla de Sveže amputirana ruka Satrianija, que para ser más claro significa La mano amputada fresca de Satriani. El tema es Buđav lebac (Pan con moho), y habla de eso. Lo que repite de "Čik pogodi šta imam za večeru, buđav lebac, buđav lebac" es algo así como "El (río) Čik adivina que tengo para la cena, pan con moho, pan con moho". ¡Ojo que pega!