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16 octubre, 2012

Todavía se puede jugar a lo mejor


Siento la necesidad de compartir esta experiencia, parte por nostalgia, parte por diversión pura.
Si sos un pendex que no tenés idea de lo que es escribir un comando para que la compu haga lo que querés, cerrá esta página inmediatamente.
Mientras iba al poli a la secundaria, hace unos 15 años atrás más o menos, los nerds abundaban, y yo era tan solo uno más. Copia y copia de juegos, recién aparecían los CD pirateados, así que en su mayoría intercambiábamos juegos de 8, 10 disquettes de 3 1/2 (nunca faltaba el que fallaba, y había que ir a la casa de nuestro amigo nuevamente a copiarlo). Así me llevé las mejores aventuras gráficas para la única época de mi vida en la que me hice adicto a los juegos. Mejor dicho, a los juegos de Lucas Arts: lo divertido que me resultan, y lo que me asombra todavía ahora con los poquísimos recursos con los que funcionaban. Si sos un pendex no tenés idea de lo que son las aventuras gráficas de Lucas Arts, casi se podría decir que no tenés idea de la vida: ¡cerrá esta página! Claro, eran juegos que se empezaban y se terminaban, por lo que en algún punto misterioso del tiempo dejó de ser negocio, y se dedicaron a seguir haciendo películas malas.
Entre uno y otro (obviamente el Monkey Island (1, 2, 3, 4...), Indiana Jones and the Fate of Atlantis, Grim Fandango [ya en CD]...) nunca me olvidé la recomendación del personaje más geek de todos que me recomendó algo de Sam y Max. Ayer, que me pintó el aburrimiento, googlié, y rápidamente lo encontré: Sam & Max Hit the Road, del 93.
  1. Lo bajé de acá y lo guardé en la carpeta C:\dosprogs\,
  2. Instalé el DOSBox para Windows bajado de acá,
  3. Modifiqué el archivo C:\Users\<tunombredeusuario>\AppData\Local\DOSBox\dosbox-0.74.conf para agregarle la línea "mount c c:\dosprogs\" al final de todo
  4. Instalé el juego (tarda banda, emulando la velocidad de un DOS de esa época, sino se cuelga todo por demasiado veloz, ¡al revés!)
  5. Corrí el crack
  6. Lo corrí
  7. No me andaba en full screen, un garrón, googlié un cachito más y le cambié la línea output=surface a output=overlay, anda joya.
  8. Desde entonces, mi vida es pura diversión nerd.
Para quienes nunca lo escucharon ni nombrar, es un juego con personajes y situaciones bizarras, humor ácido y hasta negro, y con todos los componentes de un juegazo. Si a tu vida le falta nerdear, dale para adelante con esta nomás que vas bárbaro.

01 octubre, 2012

MX desde AR y AR desde MX

  • Perdido en el proceso kafkiano de conseguir dólares para poder viajar, me olvidé de ello y encaré con tarjetas en mano y un efectivo ahorrado. El gobierno argentino se parece cada vez más al venezolano, o incluso al cubano. Hoy, si un argentino desea vender todo e irse del país, no puede debido a las restricciones a la compra de divisas extranjeras. Si a alguien le gusta la idea, pues que emigre a Cuba o a Venezuela, yo prefiero las libertades.
  • Ya es como la tercera vez que me cruzo turistas que me cuentan lo mal que la pasaron en Buenos Aires: que los cagaron en la cara con el cambio, que los pasearon por toda la ciudad en un taxi, que en la recepción del hotel los atendieron mal, etc. Además de ser la viva imagen de la soberbia argentina, reprimen el turismo con esas actitudes forras. Mi consejo para los extranjeros es, si van a venir a Argentina, péguense un pase por la capital y huyan a cualquier lado: noroeste, patagonia, cuyo. Allá hay otro país, mucho más hermoso que una pila de cemento, y que ansía conocerlos.
  • Sigo: qué mala onda que tienen los porteños. Todo piensan que pueden hacerlo mejor. En Ezeiza (el aeropuerto porteño), el hecho de que haya que hacer cola es signo de incivilización, se piensan que estamos al pedo, que somos imbéciles. Hablando por celular: "no boludo, no sabés que garrón, una cola... ya pasé por seguridad, ahora por migración, no te das una idea... y esto es acá en CABA, ¿entendés?" (CABA = Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Lo gracioso es que, en una ocasión anterior, al llegar a EEUU tuvimos que hacer una cola mucho más larga, más lenta y más exigente en cuanto a documentación y requerimientos, y todos shhh, chito la boca eh, ahí nadie se quejaba, aunque estábamos todos mucho más cansados. Al volver también, cualquier retraso o ineficiencia es motivo de "y bue, en este país también, qué podés esperar... Bienvenidos a la Argentina". Ahorrate los comentarios amargos, que no ayudan a nadie, y hacen más pesado todo. Me pregunto vos, que tan clara la tenés, como andan las cosas en tu trabajo: espero que ninguno de esos síntomas existan, que parezca Alemania o Suiza.
  • En el DF todo el tiempo te está pasando algo. No sé bien cómo explicarlo, hay muchas ciudades con vida, pero no con ese tipo de vida. Probablemente sea que haya mucha comunicación. Es común que te hagan un chiste, que te pidan u ofrezcan algo, que te pregunten, que te respondan. La palabra para responder ante cualquier intervención es "mande", quedando a la servil espera de una respuesta. Un placer.
  • Un estudiante de una maestría en economía me preguntaba, para mi asombro, por Cristina. Empecé la historieta con lo primero que remarqué, que se estaba pareciendo a Chávez. Y me recordó las decisiones tomadas frente al no pago de la deuda, y cómo eso sentó un precedente en Latinoamérica. Me había olvidado por completo. Con tanta propaganda oficialista y podredumbre de su presencia, lo había puesto en un décimo plano. Tenía razón, tomaron buenas decisiones. Al día siguiente leo en el diario mexicano que el 34% del PBI se iba en pago de intereses por la deuda, y todo el mundo estaba repudiando una reforma laboral que flexibilizaba las condiciones de contratación. A mí me suena a consejo del FMI o equivalente. Argentinos, no sé si les suena. Por suerte ya es un recuerdo del pasado. Probablemente, para nuestros hermanos mexicanos sea más difícil tomar una decisión de estas características ya que el 80% de sus exportaciones son a EEUU, pero seguramente algo por ese lado viene.
  • México DF, me encantaste, ya voy a volver y te voy a comprar todos los libros, ver todos tus murales, escuchar toda tu música y beber todo tu tequila para sellar nuestro lazo familiar.