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11 agosto, 2011

Enodiorados

Desde el principio que empezamos fregados. Tu disponibilidad, pese a tu compromiso, y mi sed fueron los ingredientes. Chistes, sonrisas, tragos, cigarros, música, oscuridad, reserva, acercamientos. La determinación los cocinó, el sexo exacerbado los catalizó. Todo continuó así por días y por noches. Demasiados días, demasiadas noches. Tu desdén me recordó mi inseguridad, y caí en la soberbia y estúpida trampa de negarla. Te vi mentir, te vi ser mala, y me regocijé de no ser él. Lo dejaste. No lo dejaste. Me empezaste a mentir, a ser mala, infame, y no te vi más, solo veía al mirarte mi reflejo, distorsionado por la nieve cristalizada en el acrílico de mis gafas. Lo comprobé. Mil veces. Demostré que el sabor de la venganza es amargo, ácido, agrio, astringente. Como el que deben tener las entrañas de un rumiante después de días a la intemperie para el comensal más hambriento: asqueroso, satisfactorio y luego repugnante. Me desconocí. Me arrepentí de todo, menos de las palabras.
Juntos éramos radioactivos. Enamorados nos describió, y todavía, pero al revés.
Ni siquiera tenemos una historia. Esto no es una historia, tampoco crónica. Es la montaña rusa perversa, cínica, de nuestras almas. Una resaca, una noche con lagunas, este insomnio, un amanecer muy dolorido.
Para qué más detalles, ni un final que no hay, solo esta sensación.

3 comentarios:

  1. Que sensación horrible....hacía mucho que no entraba y cambiaste el diseño, esta bueno, solo sacaría el tapiz de fondo que es horrendo...

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  2. Ey está buenísimo! Es de Escher! Que no se entere nadie que shhh lo piratié.

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  3. Que importa de quien sea!! Y creo que con horrendo me quede corta! :P
    Aclaro el coment anterior, la primer oración es para tu escrito y la segunda para el blog, como puse todo junto...pa´que quede claro vió.
    Tranquilo que no digo nada :S

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